Cronocorteroid – Inyectable

Principio activo
Betametasona dipropionato 10 mg/2 ml.
Betametasona fosfato disódico 4 mg/2 ml.

Tipo
Inyectable.

Presentación
Estuche con 1 frasco ampolla por 2 ml de suspensión.

Acción terapéutica
Corticosteroide de acción rápida y prolongada.

SKU: TBG-CNI01 Categoría:

Descripción

Descripción

Fórmula

Cada frasco ampolla contiene:

Betametasona (como Dipropionato) 10 mg.

Betametasona (como Fosfato disódico) 4 mg.

Excipientes: Alcohol bencílico, Otros c.s.p 2 ml.

 

Indicaciones

Patologías osteoarticulares que requieren corticoterapia sistémica o por infiltración local (tendinitis, tenosinovitis, bursitis, cervicalgias, lumbalgias, lumbociatalgias).

Patologías alérgicas o inflamatorias de las vías aéreas superior e inferior. Dermatitis inflamatorias o alérgicas.

 

Posología y forma de administración

La dosis se adaptará según criterio médico y de acuerdo al cuadro clínico del paciente. Como posología media de orientación se aconseja:

 

Tratamiento sistémico:
En general se comienza con dosis de 1 a 2 ml que se repite, según sea necesario por vía intramuscular profunda. La dosis y frecuencia de administración dependerán de la gravedad de la afección y de la respuesta clínica. En el manejo de trastornos como lupus eritematoso o mal asmático podrán administrarse 2 ml, inicialmente.

 

En el caso de dermopatías:
Una inyección intramuscular de 1 ml repetida de acuerdo a la respuesta terapéutica, resulta -en general- eficaz.
Con respecto al asma bronquial, fiebre de heno, bronquitis, rinitis alérgica se obtiene un óptimo resultado con 1 a 2 ml. En el tratamiento de las bursitis agudas o crónicas se obtienen resultados favorables con inyecciones de 1 a 2 ml de Cronocorteroid por vía intramuscular.

 

Tratamiento local:
En bursitis subdeltoidea, subacromial, oleocraniana y prerrotuliana, una inyección intrabursal de 1 a 2 ml de Cronocorteroid mejora el síntoma doloroso y restablece el movimiento rápidamente. Las bursitis crónicas pueden tratarse con dosis reducidas una vez controlado el cuadro agudo. Si se trata de tenosinovitis, tendinitis y peritendinitis aguda con una sola administración se alcanzan resultados favorables.

En artritis reumatoidea y osteoartritis, una administración intraarticular de 0,5 a 2 ml de Cronocorteroid, según el tamaño de la articulación afectada, produce el alivio del dolor y de la rigidez asociada, en 2 a 4 horas, perdurando la mejoría durante cuatro semanas o más en la mayoría de los casos.

La utilización de Cronocorteroid por vía intraarticular puede esquematizarse de la siguiente manera: Articulaciones mayores (rodilla, cadera, hombro) 1 a 2 ml. Articulaciones medianas (codo, muñeca, tobillo) 0,5 a 1 ml, articulaciones pequeñas (pie, mano) 0,25 a 0,5 ml. Las afecciones cutáneas pueden controlarse adecuadamente con la administración intramuscular.

De optarse por el tratamiento intralesional se aconseja una dosis intradérmica de 0,2 ml /cm2 de Cronocorteroid inyectado en forma uniforme con una jeringa de tuberculina y con aguja fina. La cantidad de Cronocorteroid inyectada semanalmente en todos los sitios no debe exceder de 1 ml.

También puede utilizarse Cronocorteroid en aquellas afecciones del pie, que respondan a los corticosteroides. Las bursitis de las callosidades (bursitis del heloma duro) pueden tratarse con dos inyecciones sucesivas de 0,25 ml. En los casos de hallux rígido, artritis gotosa aguda, el alivio se obtiene rápidamente. Una jeringa de tuberculina con aguja fina de calibre 25 resulta adecuada para la mayoría de las inyecciones aplicadas en el pie.

Las dosis aconsejadas pueden resumirse así: bursitis de callosidades blandas: 0,25 a 0,5 ml; espolón calcáneo: 0,5 ml; hallux rígido: 0,5 ml; quiste sinovial: 0,25 a 0,5 ml; tenosinovitis: 0,5 ml, periostitis:0,5 ml, artritis gotosa aguda: 0,5 a 1 ml. De ser necesario emplear un anestésico local, este puede mezclarse con Cronocorteroid en la jeringa (no en el frasco). El clorhidrato de procaína o lidocaína al 1 ó 2 % utilizando preparaciones que no contengan parabenos, fenoles, etc., son anestésicos de elección.

Se extrae del frasco la dosis de Cronocorteroid requerida con la jeringa y luego el anestésico; agitando ligeramente la jeringa.

 

Advertencias y precauciones

El uso de corticosteroides no es aconsejable durante el embarazo y la lactancia por no haberse establecido la absoluta inocuidad de los mismos en tales estados.

Llegado el caso deberán balancearse los beneficios terapéuticos para la madre y los riesgos fetales. Tampoco se recomienda su utilización durante la lactancia, debido a que los corticoides se excretan por leche materna y pueden ocasionar trastornos de crecimiento e insuficiencia adrenal en el lactante.

La terapia prolongada con corticoides en los niños pueden ocasionar retardo en el crecimiento y desarrollo, por lo que tales circunstancias deberá controlarse periódicamente a los mismos. En presencia de insuficiencia renal, la vida media de la betametasona se prolonga y por consiguiente la probabilidad de efectos adversos.

Los glucocorticoides pueden agravar el curso de las diabetes mellitus (obligando a incrementar las dosis de insulina), o precipitar las manifestaciones de una diabetes latente.

Luego del tratamiento prolongado con corticoides, la suspensión de los mismos puede provocar un síndrome de privación esteroide, consistente en fiebre, mialgias, artralgias, náuseas, astenia y depresión. Esto incluso puede ocurrir en pacientes aún sin evidencia de insuficiencia adrenal.

Los efectos de los corticosteroides están incrementados en cirrosis hepática y en el hipotiroidismo no tratado.

Los corticoides deberán utilizarse con precaución en la colitis ulcerosa inespecífica, con riesgo de perforación y en otras infecciones piógenas, diverticulitis, úlcera péptica, insuficiencia renal, hipertensión arterial, miastenia gravis.

Cronocorteroid no debe administrarse por vía endovenosa ni subcutánea.

No administrar el producto en áreas infectadas o próximas.

La interrupción brusca de toda corticoterapia puede inducir una insuficiencia suprarrenal secundaria, la cual podrá evitarse con la reducción gradual del corticoide.

Este estado de insuficiencia parcial puede persistir durante meses luego de la interrupción del tratamiento, por tal motivo ante cualquier situación de estrés que ocurra en el transcurso de este período deberá reinstituirse la terapia glucocorticoidea. Si el hecho aconteciera mientras el paciente está recibiendo corticoterapia deberá incrementarse la dosis del corticoide.

En caso de ser necesario se agregarán mineralocorticoides o se incrementará el consumo de sal.

Los corticoides pueden enmascarar signos de infección e incluso pueden aparecer sobreinfecciones durante su utilización.

El uso prolongado de los corticoides puede producir cataratas subcapsulares posteriores, glaucoma, daño del nervio óptico, e incrementar la posibilidad de infecciones oculares virales o micóticas secundarias.

No se recomienda el uso de corticosteroides en el transcurso de enfermedades virales ni la administración de vacuna en especial en pacientes que estan bajo tratamiento con dosis inmunosupresoras de corticoides.

 

Contraindicaciones

Tuberculosis activa (a menos que se utilicen quimioterápicos anti-TBC).

Micosis sistémicas.

Enfermedades virales.

Insuficiencia cardíaca grave.

Hipertensión arterial.

Úlcera gastroduodenal.

Psicosis aguda.

Osteoporosis.

Hipersensibilidad al principio activo.

Epilepsia.

Glaucoma.

No deberá administrarse por la vía intramuscular en pacientes con púrpura trombocitopénica idiopática.

Información adicional

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